Ubicada en el corazón del barrio del Golf Punta del Este, esta casa fue proyectada aprovechando las particularidades del terreno. La articulación de la planta es lineal y se abre, desfasada, con dos volúmenes que generan una suerte de «T». El juego simétrico de la fachada principal se quiebra en la posterior donde el edificio se abre hacia un parque breve pero muy intenso en la potencialidad que el conjunto genera. La circulación interior es lineal y atraviesa todo el edificio generando alas bien definidas.

El hall de accesos incluye los elementos representativos en el concepto de Arq. Margoniner una gran escalera y una pasarela con balcón que habilita el camino a la suite principal y a los dormitorios. La barbacoa, en un eje desfasado se integra a este volumen proponiendo una estética rupturista. En el mismo sentido pero dispuesta sobre la fachada principal, aparece la cochera, volumen similar a la barbacoa. El tratamiento de las cubiertas es simple, se inclina hacia afuera, apela a la teja y desarrolla un juego de perspectiva a partir de dos niveles de altura.